viernes, 27 de mayo de 2011

Manifestaciones del 15M, palizas de la Policía y 19 detenidos por no ser...

Cuba: la polémica se amplia

Escrito por Eduardo Almeida Neto   
Viernes 27 de Mayo de 2011
El debate sobre la situación cubana va, cada vez más, a dividir aguas en la izquierda latinoamericana. La LIT-CI ha publicado recientemente una declaración sobre Cuba en la que llama a la solidaridad con el pueblo cubano. Este documento ha generado duras respuestas por parte de los sectores castristas.

Una de ellas nos llamó la atención, la del PCB (Partido Comunista Brasileño), que está firmada por dos militantes que afirman ser estudiantes y vivir en la Isla.

La respuesta tendría la ventaja de partir de un elemento a favor (militantes que están viviendo en Cuba) para darle cierta autenticidad. Desgraciadamente, todo el texto está repleto de las peores características del estalinismo: falsificaciones grotescas para intentar ganar la discusión.

Estuve en Cuba en 1996. No fue ni con una delegación oficial ni dependiendo de los favores del gobierno cubano. Creo que la izquierda latinoamericana debería viajar y ver lo que pasa en la isla para posicionarse con claridad. Es decir, para hacer lo que el citado texto de los militantes del PCB pretende esconder, comprobar lo que está ocurriendo en Cuba actualmente.

Una cubana me contó en ese viaje que el pueblo cubano piensa que toda la “izquierda latinoamericana” apoya al gobierno. Las contradicciones en la isla se están profundizando y pueden ocurrir explosiones semejantes a las de Europa del Este. Es importante que todos se preparen para enfrentar ese desafío, o una nueva ola de desencanto abatirá a la izquierda en el continente, como aconteció en el este europeo.
 
¿El PCB apoya 500 mil despidos?

El hecho más importante del último congreso del PC cubano fue el despido de 500 mil empleados públicos. Y esto es sólo el principio, pues están previstos 1,3 millones de despidos. Lo cual iguala dichas resoluciones a la dureza de los planes neoliberales del FMI que se están aplicando en todo el mundo. En realidad, supera a la mayoría de ellos, ya que afecta al 10% del total de la fuerza de trabajo cubana (cinco millones).

Este hecho es denominado en el documento de los militantes del PCB como “redistribución, y no despidos, como insiste erróneamente la LIT, de los trabajadores en los diferentes sectores de la economía”. Que tendría, según el PCB, el objetivo de “disminuir la burocracia del Estado”.

Como no puede justificar lo injustificable, el PCB falsifica la realidad. Esas 500 mil personas están siendo invitadas a trabajar por cuenta propia o a unirse a cooperativas, con grandes posibilidades de fracaso en una economía en crisis. Esto va a tener enormes consecuencias sociales y políticas. Se trata de un ataque brutal contra los trabajadores cubanos, nuestros hermanos de clase. La actitud del PCB es incluso más grave que la de la CUT y la de Fuerza Sindical, que se callaron al respecto de los cuatro mil despidos en las obras de Jirau. El PCB defiende los despidos, solidarizándose con los patrones, el gobierno cubano.
 
El PC Brasileño contra el igualitarismo

Un segundo hecho de enorme impacto social y político ha sido el fin de la cartilla de racionamiento. La “libreta” ha ido siendo reducida año tras año, hasta el punto que ya no correspondía ni a las necesidades alimenticias de una semana en la vida de un cubano. Y ahora se acabó.

Raúl Castro, en el discurso dado ante el congreso del PC Cubano, realizó un ataque contra la libreta por su “nocivo carácter igualitarista”.

Esto lo previó la declaración de la LIT, que decía: “la mayoría de los productos que hacían parte de la libreta de abastecimiento han sido eliminados, al mismo tiempo que se anuncia el fin de la propia libreta”.

El PCB repite a Castro: “Esto realmente ha ocurrido, sin embargo, los productos han sido redireccionados a los sectores sociales más desfavorecidos. El fin del igualitarismo es una de las metas a corto plazo, ya que no se trata de un principio socialista. Si es un hecho que la sociedad cubana presenta hoy niveles de desigualdad (en proporciones abismalmente distintas de cualquier sociedad capitalista), es deber del Estado socialista buscar el rescate del equilibrio. Éste es uno de los actuales objetivos. La libreta puede en un futuro dejar de ser universal para atender más y mejor a los que más lo necesitan”.

O sea, el PCB se solidariza con el “fin del igualitarismo” citado por Raúl Castro y concuerda con el fin de la libreta. Aunque dice que es para “el rescate del equilibrio” y para ayudar a “los que más lo necesitan”.

En una primera fase de la transición al socialismo no se puede llegar al objetivo estratégico socialista de “a cada uno según su necesidad, de cada uno según su capacidad”. A esta meta únicamente se puede llegar en una situación de abundancia, producto de una planificación internacional de la producción socializada. Sin embargo, la búsqueda del igualitarismo –de la reducción de las desigualdades- sí que es una meta de la transición al socialismo.

Esto no tiene nada de nocivo, en el caso de que el objetivo sea realmente el socialismo. Pero este no es el caso de Cuba con la restauración del capitalismo. Ahí el principio aplicado es otro: la distribución determinada por el mercado, según el dinero de los que pueden comprar.
 
¿El PCB defiende un salario medio de 18 dólares?

El PCB admite que el salario de los cubanos es de 18 dólares, aunque después intenta justificar este absurdo: “El salario mínimo es de cerca de 400 pesos cubanos, que equivalen a los 18 dólares relatados en el texto de la LIT. Sin embargo, lo esencial que omite es el poder adquisitivo real del peso cubano internamente. Ejemplifiquemos. El kilo de arroz y de frijoles cuesta 2 pesos cubanos, que equivalen a 15 centavos del real brasileño para el cubano”.

Es decir, los cubanos realmente ganan poco. Incluso menos de lo que admite el PCB, ya que es el salario medio, y no el mínimo, el que es de 18 dólares. Sin embargo, según el PCB, los cubanos gastan aun menos para vivir. Esto es simplemente una mentira más. No es posible encontrar nada por esos precios en los “mercados oficiales”. Lo que sí existen en todos los barrios son los “shoppings”, que son supermercados, pequeños o grandes, donde se venden los mismos productos que en cualquier establecimiento semejante de un barrio popular brasileño. Y semejantes son también los precios, prohibitivos para los cubanos, que ganan salarios que están en torno a 30 reales brasileños.
 
¿Existe un Estado obrero en Cuba?

Para el PCB las medidas del gobierno cubano están al servicio de reforzar el socialismo: “A través del control del Estado sobre las principales empresas estratégicas, de la planificación de la economía y del mantenimiento de las conquistas más importantes de la revolución en las áreas de la salud, la educación, el arte y la cultura, y la producción de ciencia y tecnología, Cuba puede resistir a tal contraofensiva”.

La primera discusión es si continúa existiendo un Estado obrero en Cuba o no, exactamente porque esas premisas tildadas por el PCB como obvias, sencillamente ya no existen.

Una economía en transición al socialismo, incluso en medio de dificultades, produce en grandes empresas estatales, de forma planificada, para satisfacer las necesidades de la población. Su relación con el mercado mundial –continua fuente de tensiones debido al dominio imperialista- es realizada de forma centralizada por el Estado. Por lo tanto, un Estado obrero se caracteriza por la planificación económica, por el monopolio del comercio exterior y por la propiedad estatal de las empresas.

La planificación de la economía fue abolida en julio de 1992. En la misma época se eliminó el monopolio del comercio exterior, y el comercio pasó a realizarse directamente por las empresas.

Los sectores más importantes de la economía cubana fueron privatizados. Hoy el polo más dinámico es sin lugar a dudas el turismo, que se encuentra en manos de multinacionales europeas, como los grupos Sol y Meliá. Desde 1994 la producción de azúcar ya se encontraba, según datos del propio gobierno cubano, con cerca del 80% en manos de cooperativas privadas. La empresa estatal telefónica cubana (ETECSA) fue privatizada incluso antes que la Telebrás en Brasil, en forma de “empresa mixta”. Fue traspasada para el grupo mejicano Domus y después para una subsidiaria de la italiana Telecom. El grupo europeo Altadis comercializa los puros cubanos, y la empresa francesa Pernord Ricard controla el ron cubano Habana Club.

La economía cubana produce para el mercado desde que se dio la restauración del capitalismo, de la misma forma que en China. El marxismo define al Estado a partir de las relaciones de propiedad que defiende. El Estado cubano defiende esas nuevas relaciones, por lo que debe ser caracterizado como un nuevo Estado burgués.
 
La pérdida de las conquistas

Es evidente que la isla aún mantiene algunas de las conquistas que fueron producto de la revolución. Los índices sociales cubanos son mejores que los de muchos países imperialistas. Esto demuestra lo que consigue una economía estatizada y planificada, a pesar de la burocracia. Sin embargo, esas conquistas están claramente en retroceso con la restauración del capitalismo y, ahora, con las decisiones del congreso del PC Cubano.

Cuando estuve en Cuba converse mucho con la gente. Como soy del área de la salud, entré en un Hospital de La Habana y hablé con un médico de urgencias, que hacía un trabajo similar al que hago yo en hospitales de São Paulo. Me recibió muy bien, me enseñó con mucha pena la situación en la que trabajaba, sin materiales básicos, y con los pacientes teniendo que traer sus propias sábanas para las camillas. Finalmente me contó cuanto ganaba: ocho dólares en aquella época. Al preguntarle cómo vivía, me respondió que alquilaba un cuarto para turistas en su casa, y me preguntó si no quería quedarme yo allí también.

Alrededor de los hoteles en Cuba hay una legión permanente de prostitutas. Un síntoma gravísimo de los males del capitalismo. Ningún militante de izquierda, que aún tenga algo de revolucionario en sus venas, puede evitar indignarse con esa realidad.
 
¿El régimen de Cuba es un ejemplo?

En Cuba existe una dictadura, la cual aún mantiene bases sociales en un sector restringido de la población. Esa dictadura es repudiada por la mayoría del pueblo cubano. Basta conversar con la gente en la calle, siempre que sea fuera de la vista de los miembros del PC o del Estado. Una dictadura que tiene en los Comités de Defensa de la Revolución (instalados en cada manzana) una especie de delegación de la policía política local.

Conversé con una obrera de una fábrica de carteras de cuero que recibía seis dólares mensuales en aquella época. Le pregunté por qué no había huelgas en Cuba y me respondió que el sindicato estaba directamente ligado al dueño de la fábrica. Si alguien protestase sería despedido, preso y nunca más conseguiría empleo.

Según describe el PCB: “La presencia en las asambleas no es obligatoria, sin embargo es difícil estar en una en la que no exista al menos un representante por familia. Hasta los niños tienen derecho a expresarse, y lo hacen bastante”. Yo estuve en una de esas “asambleas populares”. Se trataba de una reunión de unas ochenta personas, de las que quince participaban y las otras asistían como una formalidad, por obligación.

Pregunté el motivo y más tarde supe que si no frecuentan las “asambleas”, las personas pueden ser denunciadas por los CDRs. Es por esto que estaban allí, de la misma forma que son obligadas a participar de las “marchas” y “manifestaciones”.

Entre las quince que participaban estaban vecinos descontentos que denunciaban la situación realmente terrible de un edificio que, como muchos en La Habana, ya se había caído en parte y amenazaba con derrumbarse por completo. Los representantes del PC no dieron respuesta alguna a las demandas y concluyeron eligiendo a su delegado.
 
Censura en los medios de comunicación

Según el PCB, en lo que se refiere al acceso a la información en el país, “es verdad que el Granma es el órgano de información oficial del Partido Comunista Cubano, que se distribuye en todo el país. Sin embargo, el/la autor/a del texto se olvidó de informar sobre las otras decenas de publicaciones especializadas, políticas, culturales y de ocio publicadas en todo el país por organizaciones populares, en las cuales las críticas y autocríticas al proceso revolucionario son frecuentes, casi cotidianas… Desgraciadamente, tal vez no pudo aprovechar los debates con especialistas cubanos y de otros países sobre la situación en Oriente Medio, que hubo en el programa Mesa Redonda, que a diario enfoca temas de importancia nacional e internacional en horario de máxima audiencia”.

Es decir, según el PCB, no es verdad que exista una censura brutal en Cuba. Existen debates, críticas y autocríticas, una verdadera democracia no sólo en la prensa, sino también en la TV y “sin propaganda comercial”.

Sí, existen muchas publicaciones y programas de TV. El Granma es el único periódico diario. Y todas las otras opciones, rigurosamente todas, de acuerdo con la política del PC cubano. Por ejemplo, no ha existido ningún programa en el que se pueda asistir a una crítica al apoyo de Cuba a asesinos y genocidas como Gadafi o Assad.

Preguntamos a los autores del artículo: ¿estaríais de acuerdo en que el PSTU presentase esas críticas a Fidel en la TV cubana? ¿O incluso en el periódico Granma? ¿O estáis de acuerdo con la dictadura de partido único en la isla? ¿Estáis de acuerdo con la prohibición de que partidos como el PSTU o el PSOL existan hoy en Cuba?

A pesar de que tengáis acuerdo con la amplia mayoría de las posiciones del PC cubano, no estáis completamente de acuerdo en todo. Recientemente el PCB ha publicado una dura crítica al presidente Chávez por haber entregado a la policía colombiana al periodista Javier Pérez Becerra, director de la agencia de noticias ANCOLL. Fidel ha mantenido el más absoluto silencio sobre el tema.

¿Estaríais de acuerdo en exigir que fuese leída vuestra declaración en la TV cubana? ¿Y haríais en un tono lo más fraternal posible la crítica al comandante Fidel por su inadmisible silencio?

Opino que no haríais eso. Si eso ocurriese, quedaría demostrado que sabéis que el reino del debate, de la crítica y la autocrítica no existe. Se trata simplemente de una fantasía más al servicio de la defensa de una dictadura estalinista. Desgraciadamente, una defensa hecha también con métodos estalinistas.

Fuente: Opinião Socialista nº 423, Mayo 2011 

Traducción: Raul Alberich

miércoles, 25 de mayo de 2011

Congreso del PST vota su vuelta a la LIT-CI

Escrito por PST-Honduras   
Martes 24 de Mayo
Luego de una separación de 17 años, el Partido Socialista de los Trabajadores de Honduras, PST ha votado en el Congreso Extraordinario “Nahuel Moreno” su reincorporación a la Liga Internacional de los Trabajadores, Cuarta Internacional (LIT-CI). Dicho acto tuvo lugar en la ciudad de Tegucigalpa, los días 14 y 15 de mayo, con la representación de la Unidad Socialista de los Trabajadores (UST) de El Salvador y del Movimiento al Socialismo (MAS) de Costa Rica, ambas secciones de la LIT-CI.
A este hecho, le antecede un proceso de acompañamiento y trabajo conjunto de varios meses y un proceso simultáneo de estudio y discusión de los documentos centrales de la corriente. En este Congreso se discutieron desde las “Tesis sobre la situación mundial” hasta los documentos sobre moral revolucionaria, elaborados por la LIT-CI, los cuales reflejan la tradición de la corriente dirigida por Nahuel Moreno, sobre cuyos principios hemos caminado durante todos estos años.
Para el PST, que desde su fundación, en 1986, se vinculó a la LIT, esta decisión no es sino el “regreso a casa”, de donde nunca debimos salir, sin importar las dificultades de aquel momento en que el principal partido de la corriente (el MAS de Argentina) explotó. Desde aquél momento, nuestro partido ha venido desarrollando experiencias regionales cada vez más débiles hasta caer durante un breve período en el “nacional trotskismo”.
Pese a todas estas dificultades, somos la única organización de izquierda en el país -estructurada con prensa permanente- que superó  la crisis de los noventas y, cuando el movimiento popular se reorganizó a lo largo de la década anterior, estuvimos en todo momento junto a las masas acompañando todos los esfuerzos, especialmente, en la organización de la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP), que se distinguió por su método de democracia interna e independencia de clase. Este espacio tuvo su mejor momento con la organización de los Paros Cívicos, a mediados de 2008, y fue la base organizativa del Frente Nacional de Resistencia Nacional FNRP.
Hemos acompañado en todos los niveles las luchas magisteriales, obreras, estudiantiles y del sector campesino, lo cual nos ha dejado experiencias difíciles, como la muerte del compañero Edikson Lemus, dirigente de la Central de Trabajadores del Campo (CNTC), cuyo asesinato todavía sigue impune. En marzo del año pasado, asesinaron a un ex compañero, el profesor José Manuel Flores Arguijo, en su centro de trabajo, y actualmente tres de nuestros compañeros del sector estudiantil sufren la persecución del régimen en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, pretendiendo su expulsión.

¿Por qué volvemos?

Nuestro retorno a la LIT-CI significa fundamentalmente dos cosas. La primera y más importante es la muestra más palpable que no estamos perdidos ni metodológica ni estratégicamente, que estamos claros en la necesidad de superar la crisis de dirección del movimiento obrero mundial, mediante la construcción de la Cuarta Internacional y movilizar a la clase trabajadora en su lucha contra el imperialismo, hasta el triunfo de la revolución socialista internacional y la implantación de la dictadura revolucionaria del proletariado.
La segunda la explica mejor un poeta centroamericano, el salvadoreño Roque Dalton, que escribe: “Gracias a ti, Lenin, aprendimos que los partidos se construyen a imagen y semejanza de los mejores hombres y cuando eso no es así, es necesario volver a empezar”. Por eso, para nosotros es también una reorganización, con una nueva cantera de jóvenes revolucionarios desde una experimentada corriente internacional; es una seria apuesta al futuro, que nos garantice dar la mejor respuesta a la situación que atraviesa la lucha de clases en nuestro país, en la región y en todos los rincones del mundo en donde nos construimos o tenemos influencia. Con esto, no dejamos dudas de nuestra fuerza moral forjada en todos estos años, pese al relativo aislamiento internacional, y nos volvemos partícipes del gran ascenso que la LIT-CI experimenta en Centroamérica y en el mundo, lo cual coincide plenamente con la situación revolucionaria, caracterizada por la disposición de lucha de las masas.

 Las luchas en el mundo

El desequilibrio del sistema capitalista a nivel mundial sigue, y no hay política que lo estabilice. A ese episodio asiste el nuevo movimiento obrero que no se comió el cuento del fin de la historia: no hay punto del planeta en donde las masas no hayan dado la pelea. En todos los continentes, el fantasma del comunismo sigue rondando. Las razones son objetivas y, pese a la crisis de dirección, sus triunfos son notorios, la revolución en curso del mundo árabe es una gran muestra de ello. Asimismo, la región latinoamericana está despertando del trance de la reacción democrática, y vuelve a cerrar el puño contra los gobiernos populistas que mientras reparten las últimas sobras de su renta, entregan la riqueza a las transnacionales.
El caso más emblemático es el castrismo que hace una comedia del socialismo cuando la política votada por el VI Congreso del Partido Comunista en el mes pasado, es eminentemente capitalista por más que lo niegue el propio Raúl Castro. En la práctica, Cuba             hace mucho tiempo abandonó el programa socialista, la pérdida de las conquistas de la revolución están a la orden del día y no hay fuerza que lo detenga. Definitivamente es la antítesis de lo que debemos entender por socialismo y el mundo lo está viendo.    

 La realidad hondureña

En este momento, la resistencia vive una situación decisiva en su lucha contra el régimen golpista encabezado por Pepe Lobo, la que incorpora elementos de trascendencia latinoamericana, por la importancia que esta región tiene para el imperialismo, máxime, en esta etapa en la cual los gobiernos frente populistas se tambalean ante las presiones de sus amos recolonizadores. Ese mismo papel ha jugado José Manuel Zelaya, al orientar desde el propio día del golpe una lucha pacifista que no pusiera en precario la institucionalidad burguesa, impidiendo así, a toda costa un desborde insurreccional que se saliera de control, con la complicidad de un importante sector de la conducción del Frente Nacional de Resistencia.
Lógicamente, con las elecciones del 29 de noviembre de 2010, la incorporación de algunos ex dirigentes populares en el gobierno y el reconocimiento tácito del propio Zelaya al gobierno espurio de Lobo, el programa real de la resistencia se limitó a buscar su cupo en la política de reacción democrática que impulsa el imperio y la propia burguesía hondureña. Lo cual deja evidenciado el rol contrarrevolucionario de un gran sector de la dirigencia del Frente Nacional de Resistencia. A esto se suma la vergonzosa colaboración del presidente de Venezuela, el populista Hugo Chávez, en contubernio con uno de los principales peones del imperio gringo en América Latina, el señor Juan Manuel Santos, presidente de Colombia. Todo esto no nos sorprende, porque siempre hemos sabido que esperar de todos estos dirigentes y hemos dado la pelea política en todos los espacios, tanto de dirección, como de base.

La construcción de un partido revolucionario

Ante tal realidad, nos permitimos reafirmar que nunca fue tan importante reivindicar la independencia de clase y la construcción de un partido revolucionario, que oriente a las masas para superar la traición de los reformistas y burócratas estalinistas que han visto en esta maniobra la gran oportunidad de camuflajear la política electorera –expresada en la exigencia de ser reconocidos como fuerza política- que no pudieron imponer en la gran asamblea nacional del FNRP, en aquel momento con la formación del frente amplio electoral. Desarrollada el 26 y 27 de febrero del presente año, votó la recuperación de la lucha en las calles, que se había convertido, después de las elecciones, en un calendario conmemorativo, inofensivo para el régimen.
Nuestra tarea es la denuncia de esta traición y la propuesta de un programa revolucionario para la región y sabemos que desde la Liga Internacional de los Trabajadores nuestro esfuerzo será prolífero. Tal vez para nosotros esto signifique un camino lleno de desafíos, pero será también una oportunidad de contribuir a la organización de la clase trabajadora mundial.
Si esto es así, todo sacrificio será poco y la obra de Trotsky, Moreno y todos los revolucionarios que entregaron todo su esfuerzo a hacer realidad las enseñanzas del mejor momento de la Tercera Internacional, plasmados luego en el Programa de Transición, finalmente rendirá los frutos que la humanidad espera.

sábado, 21 de mayo de 2011

Partido Socialista de los Trabajadores Unificado Rosario: Inmigrantes latinos, lucha de clases y los sindica...

Partido Socialista de los Trabajadores Unificado Rosario: Inmigrantes latinos, lucha de clases y los sindica...: "Escrito por La Voz de los Trabajadores - EEUU Miércoles 18 de Mayo La lucha de los trabajadores inmigrantes Los i..."

Inmigrantes latinos, lucha de clases y los sindicatos

Escrito por La Voz de los Trabajadores - EEUU   
Miércoles 18 de Mayo
La lucha de los trabajadores inmigrantes

Los inmigrantes latinos han venido luchando para que sus derechos como trabajadores sean reconocidos igual que cualquier otro trabajador ciudadano o residente en este país.

El derecho a trabajar legalmente, a tener una licencia para conducir, a no ser deportado, discriminado o encarcelado por ser indocumentado es un derecho elemental de cualquier ser humano. No hay razón para que los trabajadores inmigrantes se les considere trabajadores parias. La contribución con su duro trabajo y los impuestos que pagan es una razón suficiente para que  sus derechos sean reconocidos automáticamente. Sin embargo, no es así y se les niega permanentemente todos sus derechos.

Al contrario, sus esfuerzos son retribuidos  con  discriminación y  sobre-explotación y se los quiere tratar como criminales. Este fue el sentido expreso del proyecto de ley Sensen-brenner que fue derrotado por las grandes marchas de los inmigrantes de 2006. Igualmente lo fue la SB1070 y los demás proyectos de ley que hoy se están impulsando a nivel federal, estatal, y en los condados. Esta es una política del partido republicano y demócrata a favor de la gran burguesía imperialista que trata de crear condiciones de sobreexplotación cada vez más despiadadas contra la clase trabajadora para acrecentar sus ganancias en estos tiempos de crisis.

Los líderes de la burocracia sindical apoyan incondicionalmente a Obama y a los demócratas así a veces los critiquen. Ellos dicen que el gobierno de Obama no ha podido avanzar en la reforma migratoria y en mejores políticas para los trabajadores porque los republicanos no lo dejan. Pero la realidad es que directivos sindicales que tienen entrada libre a las oficinas del gobierno y que ganan igual que cualquier ejecutivo de compañía no les interesa mucho lo que le pase a los inmigrantes y a los trabajadores. Mientras ellos puedan mantener los grandes privilegios que provienen de los trabajadores estarán dispuestos a dejar pasar los planes de los patrones y el gobierno haciéndose los de la vista gorda con las deportaciones, el desempleo, la rebaja de salarios y beneficios y el recorte de derechos sindicales como viene pasando en Wisconsin y Ohio.

Cuando los inmigrantes o los trabajadores se alistan para luchar contra los ataques de los patrones, entonces los dirigentes sindicales burocráticos hacen discursos radicales para hacer creer que si están dispuestos a luchar  pero una vez que aplacan a las masas  entonces no tienen problema  en ir a  negociar a puerta cerrada con los patrones y el gobierno para que todo siga igual. Eso fue lo que hicieron para acabar con las grandes marchas de los inmigrantes en 2006. 

Afortunadamente ya muchos activistas inmigrantes y de los sindicatos se vienen dando cuenta que no se puede confiar en esa clase de lideres y que hay que iniciar una lucha para sacarlos de esos cargos.  Para poder avanzar  en la lucha, los inmigrantes y los trabajadores tienen que confiar en sus propias fuerzas y a la vez que luchan contra los patrones también tienen que luchar en contra de las traiciones de los dirigentes burocráticos. Se  ha iniciado una lucha dentro de los sindicatos para democratizarlos y por expulsar a los directivos  patronales y corruptos para que sus organizaciones regresen al control de los propios trabajadores y sirvan como herramientas de lucha para la conquista de sus derechos.

El problema de inmigración en Estados Unidos es un problema tan viejo como el propio país. Siempre la economía americana ha tenido que recurrir a olas de inmigrantes para responder a los procesos de expansión y crecimiento de su economía. Sin embargo,  antes de 1970 los trabajadores americanos e inmigrantes pudieron disfrutar de una tendencia al alza en los salarios. Desde 1 970 en adelante, esta tendencia se detuvo y los salarios empezaron a retroceder. Este proceso coincidió con la agudización de la crisis crónica del capitalismo originada por la caída de la tasa de ganancia que se ha prolongado hasta nuestros días.

Las luchas del pueblo árabe se extienden a Estados Unidos 

El impacto en Estados Unidos de la revolución en los países árabes se esta viendo en el aumento en los precios del  petróleo y la gasolina.  Es el gobierno de Estados Unidos, como cabeza del imperialismo mundial, el que ha diseñado ese esquema económico que hoy las masas en los países árabes y Medio Oriente están tratando de destruir y tomar control de sus propios recursos y beneficios. El problema de los inmigrantes en Estados Unidos es el resultado de la política de saqueo de los recursos económicos a los países al sur de América. Y el deterioro de las condiciones de vida de la propia clase trabajadora americana es parte  de la misma política.
 
La revolución en el mundo occidental está más cerca que nunca gracias al impulso de la revolución en Norte de África y el Medio Oriente.

Las perspectivas para la clase obrera americana de regresar a los tiempos de oro se fueron para siempre. Cada crisis económica que golpea a la economía americana es  más severa y los ciclos de recuperación son mas largos y mas complejos por el estallido de mas y mas conflictos y luchas de clases en todo el mundo. En este sentido, la lucha de los trabajadores inmigrantes latinos en Estados Unidos jugara un papel de primer orden pues es el sector de la clase trabajadora mas oprimido y explotado del país junto con las otras minorías como los negros. Ya en 2006 mostraron el poder de su movilización.  y la próxima vez que lo hagan lo expresaran de manera mas contundente.

Por ahora, los inmigrantes enfrentan duros ataques bajo el gobierno de Obama con la complicidad de la dirección sindical. Una explosión de masas espontanea como la de 2006 será más complicada pues la dirección burocrática de los sindicatos ayudó  al gobierno a prevenirlo con las deportaciones, los despidos, la persecución y la sobreexplotación. Sin embargo, las movilizaciones de trabajadores que se produjeron en Wisconsin y Ohio son una señal alentadora que podría ser crucial para la unidad de la clase obrera en el evento de que estos dos procesos de lucha coincidieran en otra ola de movilización. Y nuestra apreciación es que en el marco de lo que fueron las movilizaciones de fin del ano pasado en Europa y el proceso revolucionario en África del Norte y Medio Oriente el deterioro sistemático de las condiciones de vida de la clase obrera americana empujara a las masas a movilizarse de manera mas permanente.
 
La lucha por una nueva dirección en los sindicatos

Con un nivel de sindicalización tan bajo en Estados Unidos y los trabajadores siendo blanco de ataques permanentes por parte del gobierno y los patrones reflejados en los planes de recortes de presupuesto generando despidos masivos y recortes a derechos fundamentales de los sindicatos y los trabajadores,  pueden surgir rebeliones que pueden no estar en la agenda de nadie. Esto es lo que ha venido sucediendo con los últimos eventos de lucha de masas en Estados Unidos. Nosotros pensamos que es necesario prepararse en términos de dirección para estos eventos. De esta manera, cuando estallen situaciones de lucha los luchadores que surjan puedan avanzar en la construcción de organizaciones independientes y democráticas de los trabajadores. Hoy la estructura sindical y la presencia de una dirección burocrática en los sindicatos los hace organizaciones inofensivas y al servicio de los patrones, controladas por el partido demócrata. La lucha directa de los trabajadores planteara formas nuevas de organización en las que el trabajador común y corriente pueda llevar adelante sus agravios. Esta lucha ya se ha iniciado hace rato con el florecimiento de movimientos prodemocráticos y de oposición a la burocracia dentro de los sindicatos. En el sector donde más fuertemente se expresa esta lucha es SEIU Internacional. Estos movimientos de oposición pueden llegar a ser los espacios de donde surjan verdaderas alternativas de dirección revolucionaria para las masas. Todo depende del grado de radicalización que alcancen.

Hasta el momento, en términos generales los movimientos de oposición, unos mas otros menos, expresan programas revolucionarios básicamente sindicales en donde la principal demanda es traer la democracia a las organizaciones sindicales para que los trabajadores puedan llevar adelante sus luchas. No hay aun un movimiento de oposición que conscientemente plantee la ruptura con el partido demócrata y la lucha abierta en contra de los privilegios de la burocracia. Si los hay son apenas embrionarios y de poco alcance. Pero en la medida en que estos movimientos de oposición se desarrollen en la lucha será evidente para los trabajadores la necesidad de la ruptura con el partido demócrata. Para alcanzar ese nivel de conciencia será indispensable levantar la consigna de ¡No a los privilegios de los dirigentes en las organizaciones de los trabajadores! Esa es la única manera en la que los trabajadores de base podrán tener plena confianza en su dirección. Los privilegios dentro de las organizaciones obreras son un arma letal contra la unidad de la clase trabajadora. En organizaciones de masas verdaderamente revolucionarias la función de la dirección es llevar adelante los objetivos y las tareas que los trabajadores decidan democráticamente en sus organismos. Eliminar los  privilegios alejara todas las posibilidades de que se pueda  corromper la conciencia de  los dirigentes.

La lucha contra los privilegios dentro de las organizaciones de los trabajadores, por otro lado, también es la forma más eficaz para combatir el racismo, la opresión contra la mujer y contra los transexuales. Las organizaciones revolucionarias o de masas que no tienen en su programa la lucha en contra de los  privilegios burgueses y burocráticos debilitan el principio de solidaridad de clase y la democracia pues es la ruptura y la lucha contra las desigualdades sociales la manera como los trabajadores se identifican como clase en su lucha contra el capitalismo que es el sistema que perpetua la explotación y la opresión.  

Valiéndose del poderío económico alcanzado sobre la base de la opresión y el saqueo de los pueblos alrededor de todo el mundo, la burguesía imperialista ha implementado una política para corromper la conciencia de la clase trabajadora. La base material del éxito de esa política ha sido la concesión de privilegios para capas de trabajadores para alentar la competencia de unos trabajadores contra otros. Esa es la base material que le sirve a su política racista y discriminatoria. El disfrute de la estabilidad económica por anos ha permitido a la burguesía imperialista en Estados Unidos edificar una ideología para justificar la existencia del racismo blanco contra otras razas, la opresión y la discriminación. Esto ha impedido el avance de la conciencia revolucionaria de la clase obrera americana. Este esquema lo reproduce a nivel de la opresión sobre el resto de los pueblos del mundo. Pero las cosas están cambiando y la crisis crónica del capitalismo y los ataques de la burguesía en contra de la clase obrera de conjunto esta creando las condiciones para que el conjunto de la clase obrera este mas propensa a la movilización. A la vanguardia estarán los sectores más explotados y oprimidos. Esta es la explicación del hecho de que es en los sindicatos mas multirraciales, en donde se encuentran las capas mas empobrecidas del proletariado sea donde mas están surgiendo los movimientos de oposición.
 
Un programa para la lucha
 
1-Democracia para los trabajadores. Como decíamos arriba se están produciendo procesos anti-burocráticos dentro de las uniones en los que la consigna mas sentida es la democracia sindical. Este es un primer paso para el avance de las luchas contra la política de los patrones. La burocracia es la barrera más importante que encuentran los trabajadores al momento de salir a pelear con los patrones. Si no hay democracia los trabajadores no pueden adelantar sus demandas. Pero la lucha por democracia en las uniones es una lucha en contra de los privilegios de los dirigentes.

2-¡No a los privilegios! Los movimientos de oposición en las uniones que levantan la consigna de democracia sin levantar la consigna de ¡No a los privilegios! están en peligro de sucumbir en su lucha. No se puede ganar la confianza de los trabajadores sin combatir la estructura jerárquica sindical actual levantada sobre la base de  salarios y beneficios para los directivos y empleados de la unión que sobrepasan en dos, tres, cuatro y más veces los salarios y beneficios de un trabajador regular. Esa estructura debe ser hechada abajo.
 
3-Ruptura con los patrones. Un sindicato construido sobre la base del combate a los privilegios de la burocracia y por plena democracia es un sindicato que puede garantizar que su organización no sea manipulada por los patrones. Si el sindicato es manejado por los trabajadores podrá ser independiente de los patrones y eso garantizara que  permanente movilización de las miembros para conquistar sus demandas.
 
4- Por la movilización permanente y la solidaridad. El método de lucha de la clase obrera es la movilización permanente de las masas. Este método es el que garantiza el avance revolucionario de la conciencia de los trabajadores. Sin movilización no es posible derrotar a la burocracia y mucho menos a los patrones. Sin embargo, la lucha contra la burocracia sindical precisa de una política táctica de frente de clase que permita educar a los trabajadores que están atrapados en la política de las direcciones conciliadoras para impulsar la movilización. En este punto la solidaridad de clase es crucial. Las luchas dirigidas por los burócratas sindicales son luchas aisladas que dejan a los trabajadores expuestos a los ataques de los patrones y el gobierno. Solo la unidad de la clase obrera creara las condiciones para el triunfo de la lucha de los trabajadores.
 
5- No concesiones a la patronal. Esta punto de un programa para la lucha de los movimientos de oposición es importante ya que es la política con la que los dirigentes sindicales burocráticos siempre encadenan a los trabajadores a las conveniencias de los patrones! Por la conquista de los derechos de los trabajadores apoyados en la movilización y la solidaridad de clase!

6- Ruptura con el partido demócrata. En los sindicatos los directivos impulsan a los trabajadores a participar en política pero siempre es para imponer los candidatos demócratas. El COPA, que es el aporte voluntario que hace el trabajador a la política se utiliza para pagar las campanas de los candidatos demócratas. Siempre le prometen al los trabajadores que darán mas libertades sindicales, mas derechos a los inmigrantes, plan de salud para todos y así en adelante. Pero después que salen elegidos los candidatos demócratas  los trabajadores quedan esperando lo que nunca vendrá mientras cada vez los salarios están peor, hay despidos y más persecución contra los inmigrantes. Hacemos un llamado para no cometer mas ese error político y participemos en política pero independiente. Hay muchos dirigentes sindicales que pueden ser muy buenos candidatos para llevar la lucha de los trabajadores al nivel político y luchar por un partido propio de la clase trabajadora que se apoye en los sindicatos. ¡No mas candidatos demócratas en los sindicatos!
 
7- Lucha por la defensa de los derechos de los inmigrantes y los otros sectores oprimidos. Este es un punto crucial para un programa de lucha en los movimientos antiburocráticos de oposición sindical. La lucha por los plenos derechos de los inmigrantes debe ser la demanda que refleje el contenido de clase de un programa para la lucha de la clase obrera. Los trabajadores americanos tienen en su conciencia la ideología burguesa de que los inmigrantes son trabajadores de segunda y tercera categoría. Esta es la misma ideología que defiende el racismo. La lucha por plenos derechos de los inmigrantes y de todos los oprimidos y discriminados debe ser levantada por la clase obrera.

Fuente: La Voz de los Trabajadores nº 8, Mayo 2011

viernes, 20 de mayo de 2011

Decenas de miles salieron a la calle el 15M

Escrito por Corriente Roja   
Miércoles 18 de Mayo
¡Abajo los planes del gobierno y los banqueros! ¡Es posible otra salida a la crisis!
Rugieron las calles

Decenas de miles de manifestantes recorrieron las calles de todo el estado el pasado 15 de mayo, expresando la bronca acumulada desde que comenzó la crisis.  40.000 en Madrid, 13.000 en Barcelona, 8.000 en Sevilla,  5.000 en Las Palmas, 3.000 en Córdoba, 1.000 en Salamanca…

Estas manifestaciones, las más masivas tras la huelga general del 29 de septiembre, suponen un soplo de aire fresco, tras el chaparrón de contrarreformas y recortes sociales, de paro masivo, pensionazo, emigración y dependencia económica o de que sobre mucho mes al final del sueldo. Se demuestra así que había condiciones para haber dado continuidad a la huelga general y las manifestaciones masivas e incorporar a esa lucha a una parte importante de la juventud y las clases medias.

 Se trata sin duda del más serio revés a “la paz social” firmada por el Gobierno, la patronal y la burocracia sindical de CCOO y UGT. Especialmente significativo es que estas manifestaciones se den en plena campaña electoral. Sabemos que ninguno de los partidos burgueses darán salida a esta crisis sin seguir machacándonos, por mucho que en un alarde de hipocresía vomitivo, todos ellos hablaran de respeto e incluso de afinidad con las movilizaciones. El PSOE viene demostrando que le sobran la “S” y la “O”, el PP es por todos conocido, CIU se estrenó con recortes gigantescos en servicios públicos en la Generalitat…  Los Partidos del sistema no tienen otro propósito que sacar el conflicto de las calles para llevar ese  descontento a las urnas.

Para su desgracia se encontraron con que las manifestaciones fueron el día 15 los mayores mítines.

Es necesario extender y coordinar el movimiento, buscando la máxima unidad y democracia

El ánimo producido al ver tanta gente en la calle empuja a traducir la ilusión en esfuerzo y organización. Este gran movimiento se da mientras miles de trabajadores/as siguen saliendo a la calle a luchar contra el cierre de sus empresas, los despidos, los recortes o los convenios congelados. Las manifestaciones masivas en Madrid y Catalunya contra los recortes en la sanidad y la educación son un ejemplo de esas luchas.

Por eso tiene especial importancia, en primer lugar, que el movimiento que se expresó el día 15 de mayo no se encierre en sí mismo. Fuimos mucha gente, pero es necesario que unifiquemos todas las fuerzas que de una manera consciente, o por la vía de los hechos, estén peleando porque la crisis no la paguemos la clase trabajadora y el pueblo, sino los capitalistas. Luchas contra despidos en empresas, profesores/as y trabajadores/as de la salud contra los recortes, estudiantes contra la privatización, es necesario que se unifiquen en un movimiento común que pueda transformar el Estado Español en un nuevo Egipto.

Es necesario, en segundo lugar, llamar a las organizaciones sindicales, sociales y políticas que se han venido enfrentando a los planes del gobierno, al pacto social y al pensionazo. Organizacionescomo la CGT, CIG, Cobas, CSM, SF-Intersindical…, las organizaciones que se agrupan en Hay que pararles los pies, la mayoría sindical vasca, SAT… organizaciones que han venido enfrentando los planes de gobierno, apoyando las luchas y denunciando el papel cómplice de la burocracia de CCOO y UGT y su apuesta por la desmovilización social. Todas esas organizaciones deben incorporarse a las manifestaciones y a este movimiento.

Por eso la decisión de un sector de los organizadores de prohibir la presencia de organizaciones sindicales y políticas o de pancartas, atenta contra la masificación y la unidad del movimiento demás de ser un acto antidemocrático contradictorio con el espíritu de las convocatorias. Hay que hacer un esfuerzo en ese sentido, llamando a todas estas organizaciones y a los trabajadores/as que hoy están en lucha como los maestros, los de la sanidad, los bomberos, UPS… para concretar planes de lucha comunes y la solidaridad permanente entre nosotros/as.

Desde cada facultad, instituto, empresa o barrio debemos impulsar reuniones de activistas para organizar la lucha en cada sitio; y a la vez, coordinarse con el resto para concretar planes de lucha comunes, y dotados de objetivos concretos. Desde el plano estatal, hasta la última facultad, hay que combinar todas las reivindicaciones al calor de la lucha; y podremos conseguirlas.

En los próximos días nuevas manifestaciones, más masivas aún deben volver a recorrer las calles.

Por una salida obrera a la crisis

Ni la crisis es natural, ni existe una salida neutra a ella. Actualmente, el gobierno de ZP (y con el PP sería igual), la UE y el FMI están aplicando medidas para salir de la crisis de manera que los ricos sigan enriqueciéndose, la clase trabajadora seamos más explotada y la juventud sigan sin fututo. Despiden para ajustar las plantillas y mantener altos los beneficios, y aplican la reforma laboral para que sea aún más barato, aprovechan la necesidad imperiosa de la gente para disminuir salarios y empeorar condiciones de trabajo, inyectan dinero a las cajas para regalarlas a las grandes entidades financieras, y sacan ese dinero recortando servicios sociales como las pensiones, o privatizándolos como con la sanidad.

Pero no tiene que ser así obligatoriamente. Existe otra salida a la crisis, una salida que reparta la riqueza de los grandes magnates y asegure las condiciones de vida de todo el mundo a costa de quitar a los que más tienen. El movimiento puesto en marcha el 15 de mayo y las luchas obreras que se expresaron en las huelgas generales de Euskal Herria, Galiza, la huelga general del 29S o las que se expresan cada día contra la crisis deben tener objetivos precisos para que el movimiento no quede en un acto masivo de protesta que muera el día 22. 

-  Empleo para tod@s: Ningún despido  más, ¡deben prohibirse por ley! Si la empresa se va, que se nacionalice bajo gestión obrera. Jornada laboral de 35 horas manteniendo el salario: trabajar menos para trabajar todos/as.  Plan estatal para satisfacer las necesidades de la población trabajadora, a la vez que se crea empleo: aumentando las plazas, los materiales e infraestructuras en todo el sistema educativo,  reforzando el personal de servicios sanitarios, creando centros de atención a personas dependientes o reforzando los controles ambientales y proyectos de adaptación a la sostenibilidad a todos los niveles.

Subsidio indefinido para los parados/as mientras no se garantice el empleo.

-  Educación pública de calidad: Ningún recorte presupuestario. Ninguna subida de tasas. Reducción de los costes de matriculación, y ayudas en movilidad o alimentación, para familias pobres.  Aumento de las plazas en universidades y  guarderías.  Hay que volver a hacer públicos los servicios privatizados; como los de idiomas, las cafeterías, copisterías o la limpieza.

- En defensa de la sanidad pública. No al copago
 
Dinero hay para todo esto: Lo tienen las grandes fortunas del país, los grandes empresarios y financieros. Es necesario acabar con el fraude fiscal, y subir drásticamente los impuestos que pagan esta gente. Hay que nacionalizar la banca privada y los sectores estratégicos de la economía (como el transporte, la gran industria o las telecomunicaciones), para ponerlos al servicio de este plan de rescate social. No al pago de la deuda. Que la paguen los banqueros y los ricos que la generaron.

Libertad a los detenidos
 
Finalmente, manifestamos nuestro total rechazo a la represión desencadenadas contra los manifestantes y acampados en distintas plazas del estado. Exigimos su inmediata libertad sin cargos. La actitud de sordera frente a la protesta y la represión muestran lo que es un clamor; lo llaman democracia y no lo es.

Coordinadora Estatal de Corriente Roja
18 de mayo de 2011

miércoles, 18 de mayo de 2011

¡Estamos con la revolución libia y siria! ¡Abajo la intervención imperialista!

Escrito por LIT-CI   
Sábado 14 de Mayo de 2011
La revolución árabe continúa expandiéndose. Incluso, en los países como Egipto y Túnez, donde fueron derribados los gobiernos o regímenes dictatoriales, los procesos se siguen desarrollando.

Sus raíces son la lucha contra dictaduras que llevan 30 o 50 años, las terribles contradicciones sociales entre la tremenda riqueza de los recursos naturales que contrasta con la pobreza de la mayoría de la población y la corrupción de estos regímenes y gobiernos. Los efectos de la crisis económica internacional actuaron como detonante, al disparar el desempleo, especialmente en la juventud, y el alza de los precios de los productos básicos. En el mundo árabe, no hay país que haya quedado inmune a los procesos revolucionarios: Túnez fue el inicio, en Egipto dio un salto, se extendió y luego se expandió a Libia, Bahréin, Yemen y toda la región de Norte de África y Medio Oriente, incluso a Siria. Pero hoy todos esos procesos enfrentan un contraataque de la contrarrevolución que se manifiesta con una virulencia muy grande, aunque con distintas formas y personajes.

Siria es parte de la revolución árabe
 
La revolución árabe, en su conjunto, expresa también la lucha contra el saqueo imperialista y contra Israel. Libia y Siria no escapan a ese proceso. La explicación de sus gobiernos (la lucha popular es, en realidad, una “conspiración” contra regímenes que "se oponen al imperialismo") es una completa mentira. A pesar de los discursos, el presidente sirio Bashar el-Asad también es hoy un guardián del orden y de la estabilidad regional: sus fronteras con Israel son las más calmas de toda el área. Gadafi, por su parte, ya ni siquiera mantenía su discurso antiimperialista cuando explotó la revolución en Libia.

La lucha del pueblo sirio ya lleva más de 50 días y cada vez más ciudades y sectores se juntan al proceso de lucha revolucionaria contra la dictadura de los Assad (como si fuese una “dinastía”, Bashar heredó el poder de su padre Hafez), que responde  con cada vez más violencia a la justa lucha de su pueblo.

Ya hubo más de 500 muertes de manifestantes por acción de la represión, que llega a utilizar tanques contra civiles desarmados. Cada día hay más muertos. Pero, a pesar de la represión, la lucha continua extendiéndose. Y ya aparecen las primeras noticias de divisiones en el partido de gobierno y en el ejército. El gobierno de Bashar el-Assad (cuya familia controla el poder desde hace cuatro décadas) se inició, en 2000, prometiendo algunas “reformas democráticas” pero, frente al actual proceso de luchas, desató una represión cada vez más dura que, a los centenares de muertos, suma miles de presos.

Los EEUU no quieren que caiga el régimen sirio porque, al igual que Israel, prefieren quedarse con “lo conocido” frente a la revolución siria. Incluso en Siria, cuyo gobierno tiene un “discurso” contra la agresión israelí, el mayor miedo es la “desestabilización”. Es decir, el avance de la revolución. Por eso, a pesar de las diferencias de su “discurso”, a pesar de haber sido considerado parte del “eje del mal” hasta pocos años atrás, en Siria, el imperialismo repite lo que hizo ante la revolución egipcia y está haciendo en Yemen: aconseja “reformas”, presiona por “aperturas” pero no se juega a derribar el régimen.

La respuesta del imperialismo
 
En el mundo árabe, existe una situación de encrucijada en que el imperialismo y las burguesías nacionales inician una contraofensiva contrarrevolucionaria frente al proceso revolucionario. En Libia, ella se apoya en una intervención militar, con aval de la ONU; en Bahréin, en la invasión de soldados de Arabia Saudita; en Yemen, en una fortísima represión del régimen. Lo mismo sucede en Siria, aunque este régimen se presente como “oposición” al sionismo y al imperialismo.

¿Cuál es la política del imperialismo frente a la revolución árabe? Intentar mantener el control y la estabilidad de la región, con regímenes que garanticen el “orden”. La revolución árabe amenaza la raíz de este “orden” y esta “estabilidad” imperialistas por su lucha contra los regímenes que son parte explícita de este dispositivo o contra aquellos que, más allá de cierta retórica, ayudan de hecho a mantenerlo.

La mayor amenaza actual para el imperialismo es la posibilidad de que el proceso se extienda a Arabia Saudita, la mayor productora mundial de petróleo y “garantía” de su abastecimiento internacional. Junto con ello, la amenaza a la existencia del enclave militar imperialista de Israel, que ahora sufre “inestabilidad” en todas sus fronteras: con Egipto, con Siria y por el reanimamiento de la lucha palestina, a pesar de la colaboración de la ANP.

Por eso, desde el inicio de la revolución árabe, hay un profundo miedo del imperialismo y del sionismo de que el proceso liquide las dictaduras que, como en Arabia Saudita, garantizan la producción de petróleo o, como en Egipto, ayudaban a la “seguridad” de Israel. Y si no se puede impedir que ese régimen caiga, que sea reemplazado por otro que también garantice esas cuestiones centrales

Con este objetivo de mantener el orden e impedir la total desestabilización regional, el imperialismo aplica distintas tácticas y políticas según los países. Hasta ahora, apoya a Assad en Siria. En Libia, había recompuesto sus relaciones con Gadafi y apoyaba su régimen, hasta que la insurrección popular y la guerra civil iniciada por Gadafi desestabilizaron completamente el país y amenazaron el flujo de petróleo hacia Europa. En Bahréin, apoyó la invasión de tropas de Arabia Saudita, para que, a través de una feroz represión, frenasen, por ahora, la revolución.

¡Abajo la intervención imperialista en Libia!

La intervención militar imperialista en Libia se da justamente porque, a partir de la pérdida de control del país por parte de Gadafi y la explosión de la guerra civil, se organizaron comités populares que se armaron, expulsaron al ejército de Bengazi y otras ciudades, y causaron una división en las fuerzas armadas, lo que hace que sea prácticamente imposible reestabilizar el país con Gadafi en el poder. Hoy hay un impasse porque los rebeldes, por su debilidad militar, no consiguieron derribar a Gadafi, ni éste, a pesar de las modernas armas que en el pasado le proveyó el imperialismo, consiguió derrotar a los rebeldes. Hace semanas que el frente militar se estancó en la práctica.

El imperialismo aprovecha esa situación e interviene, en nombre de “salvar vidas” y de la “paz”. ¿Por que, a pesar de la intervención imperialista, continúa un impase militar? Un aspecto central es la característica de la intervención. El imperialismo no envió tropas terrestres sino que, a través de la OTAN, hace ataques con la fuerza aérea y con misiles desde navíos cercanos. Ni siquiera Francia y Gran Bretaña se han atrevido hasta ahora a poner tropas en el territorio libio.

¿Cuál es el motivo? El marco es la crisis política abierta con la derrota del proyecto Bush. Dentro de la burguesía imperialista estadounidense hay una profunda discusión sobre qué es y qué no de “interés vital” de los EEUU en el área. En ese contexto, la propuesta de sectores importantes fue dejar la “carga” de la intervención en Libia en mano de los europeos e incluso se discute “pasar” la guerra de Afganistán a los nuevos “socios” (como Rusia, China, India y hasta Irán).

Es el “síndrome de Irak” (el pésimo resultado militar de la invasión a este país y el desgaste que ocasionó al gobierno de Bush) que genera una nueva política de evitar intervenciones militares terrestres. Valga como muestra las declaraciones del secretario de Defensa de Obama, Robert Gates, que dijo que sería “impensable una nueva intervención con tropas terrestres. Si algún ministro de Defensa lo propusiera, debería ser internado en un manicomio." Por eso, usan tanto los misiles, la aviación, y los drones[1].

El Consejo Nacional Libio
 
De otro lado, la debilidad principal del campo rebelde es su dirección: el llamado Consejo Nacional Libio, asentado en Bengazi. Es necesario denunciar que ellos le hacen el juego al imperialismo: piden mayor intervención, negocian con los gobiernos imperialistas y así permiten que Gadafi use un discurso de “víctima” de la agresión imperialista. Además, el impasse y el consecuente sufrimiento continuo de la población de las ciudades libias da espacio a que el imperialismo venga con propuestas para meterse en el país con la excusa hipócrita de "salvar vidas" a través de buscar "una solución política".

Este Consejo está formado mayormente por figuras que fueron parte de los gobiernos de Gadafi, como Mustafá Abdul Jalil, ex ministro de Justicia, quien renunció para unirse a las protestas, y el general Omar al Hariri, quien se había distanciado de Gadafi en 1975. La ausencia de una dirección en el campo rebelde dio espacio para que estos ex gadafistas ocupasen ese espacio. El imperialismo está utilizando el pedido del Consejo Nacional y su colaboración para justificar los bombardeos que matan un número cada vez mayor de civiles, inclusive de quienes apoyan la revolución libia. 

Al mismo tempo, la OTAN se niega a proveer de armamento moderno y adecuado a los rebeldes, porque no confía que controlen a su base. Dentro de ella, según la agencia Al Jazeera, hay un importante número de militantes que se destacaron en los combates anteriores contra los EEUU en Irak, durante la ocupación imperialista de este país.
 
La “solución” de dividir el país 
 
El imperialismo ha puesto en discusión una propuesta que repite la que ya fue aplicada en los Balcanes (Yugoeslavia) en la década de 1990. En ese entonces, frente a la guerra civil, primero la OTAN y después la ONU intervinieron en nombre de “la paz” y así trasformaron a Kosovo en un protectorado de la ONU.

Aprovechándose de la parálisis en el frente militar, la ONU y la OTAN proponen que se haga un alto al fuego y se imponga una división del país: por un lado, la Tripolitania y, por el otro, la  Cirenaica (región oriental, con capital en Bengazi), y que se mantenga con la presencia de tropas de la ONU vigilando las nuevas fronteras. Si sucede eso, será una derrota grave para la revolución libia y toda a revolución árabe, lo que irá influir negativamente en todas las revoluciones del mundo árabe.

Si el imperialismo entra como “garante del orden” con un acuerdo de las dos partes, va a quedar un grave precedente. Así como en Egipto y Túnez, las masas mostraron que pueden derribar a los gobiernos odiados y apoyados por el imperialismo. En este caso, Libia daría la señal de que el imperialismo terminó ganando peso al intervenir en un proceso revolucionario y obtiene una base política suya en un territorio estratégico, basado en la aceptación de los dos lados.
 
La revolución árabe divide aguas

Frente a la revolución árabe, el castro-chavismo mostró que está en contra de la revolución más importante de los últimos 20 años. Esta corriente sostuvo a Gadafi desde el inicio, pero después de la intervención de la OTAN intentó justificar su apoyo al dictador, diciendo que el centro era luchar “sólo” contra la intervención.

Ahora, en Siria, después de varias semanas de que el pueblo sirio salió a las calles en forma pacífica, pero determinada, y es masacrado, los gobiernos y la corriente castro-chavista salen igualmente en defesa de Assad. En Siria no hay intervención imperialista. Sin esta excusa, queda claro que el problema de fondo es que ellos apoyan a esas dictaduras, justificando esa política en nombre de la supuesta resistencia que harían al imperialismo y a Israel. Pero ya hemos visto que eso es mentira tanto en el caso de Gadafi como en el del gobierno sirio.

Hezbolá apoya la masacre del gobierno sirio

También están siendo puestos a prueba los movimientos de resistencia dirigidos por los sectores islamistas. En Líbano, Hezbolá, que se ganó un gran prestigio por haber infligido una derrota militar y política a Israel en 2006, apoyó tardíamente la revolución libia y ahora ha salido en defensa de Assad.

¿Por qué? Por sus compromisos con la burguesía siria, iraní y libanesa. Alegan los mismos motivos que los chavistas, en este caso: decir que la revolución del pueblo sirio es en realidad una “conspiración” de políticos sunitas libaneses apoyados por el imperialismo. Han introducido en el Líbano la polarización pro o contra Assad. Usan así la autoridad política ganada en la resistencia contra Israel para apoyar una dictadura que ya vendió varias veces la lucha palestina y del propio Líbano y meten confusión en la cabeza de miles de activistas que miran las revoluciones populares buscando una nueva referencia de lucha.

La izquierda proimperialista

En el campo opuesto se ubican figuras de “izquierda” que apoyan y defienden la intervención militar imperialista en Libia. Es el caso de Ignace Ramonet, director de Le Monde Diplomatique (uno de los impulsores del Foro Social Mundial y su política de “otro mundo es posible” sin derrotar al capitalismo), y de Gilbert Achcar, principal referente del llamado Secretariado Unificado (SU) en las cuestiones de Medio Oriente. Ramonet escribió: “En este momento la ONU constituye la única fuente de legalidad internacional” y Achcar que “sería moral y políticamente equivocado por parte de la izquierda oponerse a la zona de exclusión aérea”.

Es una política criminal que apoya “por izquierda” el discurso imperialista de que interviene para “defender la democracia”. Con su posición, estas figuras y corrientes avalan los bombardeos y las víctimas civiles que producen, ayudan al imperialismo a meterse con tropas en la región e ilusionan a las masas y activistas libios y árabes de que esa intervención militar va a favor de su lucha y es para apoyarla.

No hay un imperialismo “malo” en Bahréin y uno “bueno” en Libia. Toda la acción del imperialismo en la región es contrarrevolucionaria, sólo que, volvemos a afirmarlo, se ve obligado a actuar con diferentes tácticas.

En el mundo árabe, está el campo de la revolución, es decir, el de las luchas revolucionarias, de las masas, y el de la contrarrevolución, integrado por el imperialismo, las burguesías nacionales asociadas, los regímenes dictatoriales y su represión, y también todas las maniobras que se hacen para frenar y desviar las revoluciones, si éstas han conseguido derribar esos regímenes.

Nuestra posición

Estamos del lado de las masas árabes, por la victoria de la revolución y por eso, frente a estas dos posiciones simétricamente criminales, que llaman a las masas a capitular ante las dictaduras o ante el imperialismo supuestamente “democrático”, la LIT-CI se pronuncia por:
 
¡No a la intervención militar imperialista, sea por la vía de la OTAN o de la ONU!
 
¡No a la división de Libia!
 
¡No a los "planes de paz" intermediados por la ONU!
 
¡Abajo Gadafi en Libia, abajo Assad en Siria y Saleh en Yemen! ¡Abajo todas las dictaduras del mundo árabe!
 
¡Viva a revolución árabe! ¡Viva la revolución en Libia y Siria!
 
San Pablo, 12 de mayo de 2011
Liga Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional (LIT-CI)


[1] - NdR - vehículo aéreo no tripulado operado a distancia